Click on image for full screen


ZORROMONO-BALADA-05

BALADA DE CONSENTIMIENTO A ESTE MUNDO (vol I)
2016-17 — GROUP SHOW

.

Banda sonora atornillada a los oídos.
Reventar los tímpanos a patadas.
Trabajar con el ímpetu de quien solo tiene por objetivo
la conquista de una imagen arrancada a golpes sobre la madera.
Acción directa.
Nada de belleza rasurada para embaucarnos en una batalla perdida.
La obra nace de la derrota.
Desde ese lugar donde nadie espera una salvación milagrosa.

.

Soundtrack screwed to your ears. Bursting your eardrums with kicks. Working with the impulse of someone whose sole aim is to conquer an image. Thevconquest of an image torn from the wood. Direct action. No shaved beauty to lure us into a lost battle. The work is born from defeat. From the place where no one expects a miraculous salvation.

 


 

 

ZORROMONO-BALADA-02
ZORROMONO-BALADA-04

Points of view. Painting and woodcut on fabric

ZORROMONO-BALADA-01
ZORROMONO-BALADA-03

Points of view. Painting and woodcut on fabric

_MG_0230- balada carloszorromono
exposicion-amos-salvador (5)_xoptimizadax-kGn–1350×900
ZORROMONO-BALADA-08
arte-joven-cultural-rioja-03-ar
ZORROMONO-BALADA-07

Points of view. Painting and woodcut on fabric

ZORROMONO-BALADA-06
_MG_0228- balada
_MG_7428

BALADA DE CONSENTIMIENTO A ESTE MUNDO (vol I)

Amós Salvador, Logroño / 14 DIC 2016 - 12 FEB, 2017

LOS DÍAS MÁS HERMOSOS / Exposición Colectiva Daniel Llaría, Virginia Lázaro, Carlos Ramírez, Rubén M. Orio y Lusesita

 


ZORROMONO - Julio Hontana (extracto)


Aplicarse a uno mismo esa generosa ración de batería, riffs y desgarradores gritos parece un modo directo de empatizar con el dolor y el duelo de la sociedad en la que vive, con sus contradicciones y enfermas instituciones, más allá de las estrategias para combatirlo siquiera como toma de conciencia. La música d-beat es una herramienta que bien pudiera disputarle el infame derroche de medios técnicos y militares a cualquier estado que luche a nivel global. La música en este caso ejercita un belicoso cara a cara con las instituciones a pesar de saber que esas mismas a las que pretende desafiar hace mucho tiempo colocaron en su lugar, en el lugar del cuerpo del Estado, un goyesco pelele de trapo que entre todos vapuleamos, perdida ya su gracia, sin efecto alguno. Si una canción nacida de la dinamita del odio y la destrucción no es capaz de acabar ni siquiera con el plástico que la contiene, no le pidamos a un grabado que cambie el transcurso de la historia. Brecht tardó un tiempo en hacerse oír, por mucho que interpretase sus propios poemas a la guitarra. 

Los artistas pugnan en el estudio con las raíces de los conflictos que pasan desapercibidos para la mayoría. Dejemos que hagan su trabajo y enfrentemos las dificultades que supone instigar a la Verdad con armas tan exiguas. No siempre el resultado es un objeto de extrema belleza, a veces es contraproducente que lo sea. Pero la belleza como cebo es un truco que el arte maneja con soltura. En cambio, apartarse de ese camino, derrotar al enemigo contraponiendo la misma fealdad de sus actos, es un recurso que a veces no llega a asimilarse del todo; quizás por ingenuo, quizás por inútil. O por carecer de sutileza. Y la sutileza, en el caso de Carlos Ramírez está en decidir arrancar más o menos madera, pero no es el objetivo que pretende con la obra.  […]


 

 

 

Fotografías: Rafael Lauente