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CAMPO DE BATALLA EN EL INFIERNO
2019 — SOLO SHOW 

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El acople de una guitarra eléctrica da el comienzo a la batalla; ritmos frenéticos, oscuros y voz gutural son la banda sonora de este pútrido escorial del que el ser humano saldrá con ojos cenicientos, cansados de buscar en la inmensa oscuridad a la que nos aboca nuestra cobardía. Un altar que embota nuestros sentidos, extenuando cuerpo y mente para al fin adquirir consciencia de la gravedad de nuestra dejación

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The soundtrack to this rotten dump from which man will emerge with ashen eyes, tired of searching in the immense darkness to which our cowardice leads us. An altar that dulls our senses, exhausts our bodies and minds, and finally makes us realise the gravity of our neglect.



 

 

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Points of view. Campo de batalla, CEART, Madrid 2019.

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Points of view. Campo de batalla, CEART, Madrid 2019.

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Points of view. Campo de batalla, CEART, Madrid 2019.

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Points of view. Campo de batalla, CEART, Madrid 2019.

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CAMPO DE BATALLA EN EL INFIERNO

CEART, Madrid / 28 NOV - 24 DIC. 2019

 


EL COMIENZO DE LA BATALLA - Juan Carlos Moya Zafra


El acople de una guitarra eléctrica da el comienzo a la batalla; ritmos frenéticos, oscuros y voz gutural son la banda sonora de este pútrido escorial del que el ser humano saldrá con ojos cenicientos, cansados de buscar en la inmensa oscuridad a la que nos aboca nuestra cobardía. Un altar que embota nuestros sentidos, extenuando cuerpo y mente para al fin adquirir consciencia de la gravedad de nuestra dejación. 

El trabajo de Zorromono está dominado por una poderosa pulsión creativa que, paradójicamente, parte desde la fragilidad del dibujo, la forma de expresión más íntima, sencilla, asequible y personal, hasta convertirla en un grito desgarrado, cargado de fuerza expresiva, firmeza y valor comunicativo. Una rica serie de imágenes recurrentes pueblan sus estampas xilográficas y pinturas sobre soporte textil, reproducidas y transformadas mecánicamente hasta convertirse en un inmenso collage esencialmente monócromo con el que ha transformado el espacio expositivo en un desasosegante laberinto, opresivo y hostil.

Partiendo de estampas xilográficas de gran formato, pinturas y elementos escultóricos, el artista ocupa por completo el espacio con una instalación formada por seis piezas creadas ex-profeso para esta muestra. Los sesenta metros lineales de tela se adaptan al espacio para hacernos reflexionar sobre la sostenibilidad de nuestro sistema de bienestar y plantearnos nuestra propia humanidad. 

No hay aquí una posibilidad meditabunda para enfrentar los tiempos que vivimos ni espacio donde esconderse de la batalla.

 

 

Fotografías: CEART