LA NATURALEZA DE LA BESTIA
2021 — SOLO SHOW
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La Tierra, con la biodiversidad que atesora en cada uno de los ecosistemas que la componen y de la que somos parte, no esperará a que llegue nuestro deseado cambio de actitud tras décadas de pactos incumplidos. Ahora que empezamos a intuir nerviosos que llegamos tarde, muy tarde y la bestia – esa que se enfrenta en esta exposición – ya enfermó de gula.
La exposición está formada por noventa metros lineales de tela intervenidos con pintura, carbón, elementos orgánicos y elementos de construcción. El desarrollo del proyecto se ha realizado en espacios abandonados a modo de taller en la periferia de Logroño.
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The Earth, with the biodiversity it treasures in each of the ecosystems of which it is composed and of which we are a part, will not wait for our desired change of attitude after decades of unfulfilled pacts. Now that we are nervously beginning to feel that we are late, very late, and that the beast - the one confronted in this exhibition - is already sick with gluttony.
The exhibition is made up of ninety linear metres of fabric interspersed with paint, charcoal, organic elements and structural elements. The project was developed in abandoned spaces on the outskirts of Logroño.
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Pdf. Catálogo
LA NATURALEZA DE LA BESTIA
Sala Esdir, Logroño / 6 - 24 NOV, 2020
Proyecto profesionalización XXXV Muestra de Arte Joven En La Rioja. 2019.
ABOCADOS (extracto) - Julio Hontana
Nos olvidamos de Heráclito y creímos que el planeta se defendería de estos apocalípticos pronósticos en lugar de elegirlos como posibilidad; como el destino de toda roca que vaga por el Universo: “Según Homero, Heráclito y toda esa tribu, todas las cosas se mueven como corrientes. […] jamás nada es, siempre deviene”. ¡Ay!, ¡Qué bien entrenados estamos para aligerar el peso de la culpa y fecundar así el brillo hedonista que nos protege de todo cuanto pasa alrededor de nuestro vacuo devenir! ¿En qué momento pasamos por alto que “somos polvo de estrellas” y que la Tierra y los humanos tenemos un mismo origen, que somos parientes lejanos? Alarmarse ante la explotación desaforada de los recursos naturales y contemplar los vestigios a nuestro alrededor como excrecencia de un planeta que no consigue sostener la superpoblación que la amenaza no es síntoma de hiperestesia. Digámoslo sin miedo: la idea sobrecogedora de que los humanos abundamos en exceso atisba bárbaras soluciones.
Algunas de las huellas de esta degradación las identifica nuestro artista con los vertederos en los que hemos convertido los cauces de los ríos o los cadáveres arquitectónicos que se descomponen erosionados en mitad de un paraje. Tras seleccionarlos y visitarlos – pues Carlos se desplaza y refunda su estudio en aquellos espacios que piensa propicios para cumplir su plan – nuestro artista coloniza con tela esa ruina contemporánea, ya sea una fábrica de yesos a punto de derrumbarse o el desnudo muro de una hacienda carcomida por el abandono, sostenida únicamente por las zarzas y la inmundicia. La tela de lienzo que Carlos Zorromono extiende de lado a lado de esos muros ajados no tiene la intención de ornamentar el espacio vistiéndolo o cubriéndolo; la tela, empero, sirve de vínculo. En verdad, el vasto lienzo que se apoya sobre ese bastidor de tiempo petrificado de ladrillo o cemento servirá de límite sensible y actuará de puente entre pasado y presente, entre lo “invisible y lo visible”, y no solo de soporte pictórico. Aquí el pliegue dibuja, la palabra conjura, el vacío compone, y cada pincelada es gesto mudo y vibrante de una danza ceremonial […]
Fotografías: Rafael Lafuente
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